En un contexto marcado por la creciente conciencia ambiental y la demanda de consumidores informados, el mercado mayorista de alimentos frescos ha experimentado una notable transformación. Las empresas dedicadas a la distribución de frutas, pescado y mariscos están liderando este cambio, adoptando prácticas más sostenibles y éticas en toda la cadena de suministro.

En el sector de las frutas, se observa un aumento en la preferencia por productos orgánicos y de comercio justo. Los consumidores valoran cada vez más la trazabilidad y el impacto ambiental de sus elecciones alimentarias. Como respuesta, los mayoristas están fortaleciendo sus lazos con productores locales que siguen prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente.

En el ámbito del pescado y los mariscos, la trazabilidad también juega un papel crucial. Los consumidores desean saber el origen y la frescura de los productos que consumen. Los mayoristas están implementando tecnologías de seguimiento y certificaciones que aseguran la sostenibilidad de las capturas y acuicultura responsable.

Esta evolución hacia prácticas más sostenibles no solo beneficia al medio ambiente, sino que también ha demostrado ser un factor de diferenciación competitiva. Los consumidores valoran a los proveedores que comparten sus preocupaciones por el planeta y la salud de los océanos.